Tú, luchadora, valiente, mujer, que no te has dejado llevar por lo que los demás dicen.
Sí, tú, no te hagas la sorprendida, porque vales tu peso en oro.
Tú que has dejado la corona y el castillo para convertirte en caballera.
Tú que has abierto jaulas de oro y mazmorras, que luchas contra la opresión.
Tú que lo único que ambicionas es la igualdad entre la gente.
No escondas la sonrisa porque has ayudado a muchos a volar, con las alas que a ti te han cortado, pues no necesitas alas si ya sabes como llegar a la luna sin ellas.
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